La radiación emanada desde la central nuclear de Fukushima llegará a las costas de Estados Unidos en el 2014 en cantidades inofensivas para los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que no tiene que ser un motivo de alarma.
Según la simulación hecha por el estudio del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC), las partículas radioactivas Cs-37 llegarán a la costa oeste del estado americano tres años después de la catástrofe.
Si bien la radiación atmosférica ya se detectó en la costa oeste de Estados Unidos pocos días después del incidente de Japón, las partículas radiactivas en el océano necesitan mucho más tiempo para recorrer la misma distancia.
“Los observadores de la costa oeste de los Estados Unidos podrán ver un aumento de material radiactivo tres años después del vertido”, dijo uno de los autores del estudio, Erik van Sebille.
“Pero la gente en las costas no debe preocuparse puesto que la concentración de material radiactivo empezó a descender rápidamente, por debajo de los niveles de seguridad de la Organización Mundial de la Salud, tan pronto como salió de aguas japonesas”, resaltaron.
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