Dos turistas británicas fueron expulsadas de la piscina de un hotel de Albufeira (Portugal) el pasado 21 de julio, por llevar puesto un burkini, un traje de baño característico de las mujeres musulmanas que cubre cuerpo y cabello.
Entonces, Maryya Dean (36 años) y su cuñada Hina (31) salían del agua, cuando dos guardias de seguridad les dijeron que debían cambiar su indumentaria por un bikini ya que debían adaptararse a las costumbres locales.
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Marrya, que según consigna The Mirror, sufre de trastorno bipolar, dice que el viaje de una semana se suponía que era un momento para distenderse, pero todos resultaron afectados por lo que pasó y se regresaron de inmediato.
“Me compararon con mi hija de nueve años de edad (que iba vestida con un traje tradicional), a quien se le dijo que saliera de la piscina para ver lo que llevaba puesto, lo que me pareció completamente grosero”, declaró Maryya al citado medio.
“Cogimos a nuestros hijos y nos marchamos avergonzadas, pero sabemos perfectamente que no hicimos nada malo”, precisó Maryya.
La Asociación de Hosteleros del Algarve publicó un escueto comunicado brindando una respuesta: “No ha sido interpuesta ninguna clase de reclamación, que ciertamente no tendría fundamento”.
Siendo así, ambas visitantes regresaron al Reino Unido sin haber formalizado ningún tipo de reclamación, y sus vacaciones terminaron de una modo repentino.
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