Para los ciudadanos de Estados Unidos, tratar de viajar a Corea del Norte será un delito desde el 1 de septiembre debido a una nueva norma que busca proteger a su población y evitar detenciones por el régimen de Kim Jong-un. Solo periodistas y trabajadores sociales pueden trasladarse con autorización previa.
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Esta prohibición fue anunciada el 21 de julio y su vigencia será de un año, a menos que el secretario de Estado, Rex Tilson, decida extenderla o revocarla. Asimismo, las personas que se encuentran actualmente en el país asiático deberán regresar a EE.UU., antes de que la restricción de viaje entre en vigor.
La medida se dio a partir del fallecimiento de Otto Warmbier, un joven que viajó como turista al hermético país y acabó en coma tras ser condenado a 15 años de trabajos forzados por intentar sustraer un cartel de propaganda.
Las personas que podrán viajar serán periodistas que cubran información al país asiático, empleados o miembros del comité de la Cruz Roja Estadounidense, trabajadores humanitarios y cualquier otra persona que se considere de ‘interés nacional’.
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