El papa Francisco invitó a acompañar “con misericordia” a los divorciados y homosexuales, como un giro a la habitual postura de la Iglesia Católica.
El sumo pontífice argentino habló de las reformas que necesita la Iglesia y aseguró que considera urgente “curar heridas”, “dar calor” y “acompañar a las personas a partir de su condición”.
“En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos ‘heridos sociales’, porque me dicen que sienten que la Iglesia les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere eso”, comentó Francisco.
“No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos”, declaró sobre el tema. “Tenemos que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes”, añadió.
Además, dijo que es necesario ampliar los espacios para “una presencia femenina más incisiva en la Iglesia” pues, agregó, “el genio femenino es necesario en los lugares donde se toman decisiones importantes”.
“NO SOY DE DERECHA”
En la larga entrevista de 27 páginas con la revista jesuita Civiltà Cattolica, Francisco también desmintió ser de derecha.
“Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me ha llevado a tener problemas serios y a ser acusado de ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior estando en Córdoba. No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas”, reconoció.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.