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Osama bin Laden: El día que Estados Unidos lo puso en la mira

Luego de los atentados terroristas del 11-S contra las Torres Gemelas, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de esa nación.

Osama bin Laden: Pese a que han pasado años de su muerte, su influencia continúa. (AFP)
Osama bin Laden: Pese a que han pasado años de su muerte, su influencia continúa. (AFP)

El 13 de septiembre de 2001, el Gobierno de los Estados Unidos puso la mira en el cabecilla del grupo radical islámico Al Qaeda: Osama bin Laden. El FBI señaló al disidente saudí – entonces refugiado en Afganistán– como el principal sospechoso de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, ocurridos dos días antes.

Bin Laden fue el principal enemigo de Washington hasta su muerte, que en 2011 cerró un capítulo en la lucha contra el terrorismo. Esta, sin embargo, siembra hasta ahora dudas e interrogantes no resueltas. Aquí, algunas claves sobre Bin Laden.

OBSESIÓN CON EE.UU.
Bin Laden se convirtió en el hombre más odiado y temido por los norteamericanos, por tanto el más buscado en el mundo. Tras su deceso, Estados Unidos halló gran cantidad de información en la casa de Pakistán donde fue abatido en un operativo de la CIA.

Según la BBC –que cita fuentes norteamericanas– Bin Laden escribió en su diario que “se debía atacar a ciudades como Los Ángeles, no solo Nueva York, y que el impacto tendría que ser de miles de muertos, como el 11 de septiembre de 2001, para tener un efecto en las políticas estadounidenses en Medio Oriente”.

Además, el prestigioso medio británico detalla que el entonces cabecilla de Al Qaeda exploraba distintas maneras de reclutar a estadounidenses no musulmanes que pudieran sentirse oprimidos por el sistema para atacar al país occidental.

Para el The Washington Post, la obsesión de Bin Laden con atacar exclusivamente a Estados Unidos creó tensiones con sus seguidores, más interesados en montar operativos menos riesgosos en países como Yemen, Somalia y Argelia.


EL ORIGEN DE BIN LADEN
El extremista islámico nació en Arabia Saudita en 1957. Habría sido el decimoséptimo de 52 hijos de Mohamed Bin Laden, “constructor multimillionario y responsable de la construcción de cerca del 80% de las carreteras en Arabia Saudita”, detalla la BBC. Su madre era siria.

Bin Laden estudió ingeniería civil. Cuando ingresó a la universidad entró en contacto con seguidores de la rama más conservadora del islam y llegó a ser parte de los Hermanos Musulmanes. Así se aferró al fundamentalismo islámico contra la “decadencia de Occidente”.

En 1979, la invasión soviética a Afganistán fue un punto de quiebre. Tomó las armas y se unió a la resistencia contra los rusos. Como parte de la exitosa campaña, abrió una casa de huéspedes en Pakistán, cerca de la frontera afgana, donde acogía a los que se unían a la resistencia contra el comunismo.

Así fue que surgió Al Qaeda, que en árabe significa “la base”. En ese momento empezaron las especulaciones acerca de que Estados Unidos apoyó a este grupo con armas y entrenamiento –se dice que el mismo Bin Laden recibió respaldo de Washington– para combatir a las fuerzas rusas.

BBC explica que después de la derrota soviética a manos de los “árabes afganos” –como era llamada la facción de Osama– la postura del extremista cambió radicalmente, porque su logro no fue reconocido e, incluso, llegó a enfrentarse a los sauditas.

Medio millón de soldados estadounidenses fueron invitados a suelo árabe, lo que fue considerado una traición por el exjefe de Al Qaeda, quien se convirtió entonces en un férreo opositor del régimen de Arabia Saudita.

De esta forma puso en la mira a los EEUU y sus aliados en Medio Oriente. Ya en 1991, fue expulsado de su propio país por presión de Washington. Se mudó a Sudán, el gobierno saudita buscó una reconciliación, pero no lo logró. A raíz de ello, congeló sus cuentas y le retiró la ciudadanía.

El Gobierno de Estados Unidos presionó a Sudán para que eche a Bin Laden y este terminó en Afganistán, donde radicalizó se ideología aún más. En 1998, hizo público su edicto islámico y le declaró la guerra a Estados Unidos.


LO QUE DEJA OSAMA
Han pasado 13 años de los atentados terroristas contra Estados Unidos y la estela de miedo y paranoia están aún instalados entre los norteamericanos y las principales nacionales occidentales.

El artífice de esos ataques está muerto, pero su efecto perdura. Hoy, una nueva amenaza con orígenes en Al Qaeda asoma en el horizonte. Se trata de Estado Islámico (EI), que busca expandirse en Medio Oriente y en países europeos como España, Alemania y el Reino Unido.

Si bien EI tiene su propio sendero, nace de “la base” y parece desafiar a Occidente con la misma ambición de Bin Laden. Por lo pronto, ya decapitó a dos periodistas norteamericanos y un ciudadano británico, acciones que fueron exhibidas en Internet a modo de amenaza. Tal como ocurrió en 2001 tras el 11-S, las alarmas en Occidente están encendidas.

[Todo lo que debes saber sobre Estado Islámico]

Los yihadistas del Estado Islámico –surgido de la rama iraquí de Al Qaeda pero que cortó sus lazos con la “casa matriz” en febrero de este año antes de declarar un califato islámico en las zonas que controla en Iraq y Siria– incluso han dejado a Al Qaeda en un segundo plano.

Los ultrarradicales del EI también han empezado a hacerse notar en los bastiones históricos de Bin Laden, difundiendo octavillas por Afganistán y el noroeste de Pakistán. Esta vez, Estados Unidos, la Unión Europea y varios países árabes le han declarado la guerra al yihadismo radical, alertados por la imborrable figura de Bin Laden.


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