El presidente Barack Obama ejerció el lunes más presión sobre los republicanos para evitar el cierre parcial de operaciones del Gobierno de EEUU a partir de la medianoche, al advertir que si ello ocurre se trabará el motor económico y perjudicaría a cientos de miles de trabajadores del sector público.
La medida equivaldría a “arrojar una llave inglesa en el engranaje” de una economía que apenas se recupera, advirtió.
“Los clientes de todos los negocios se verán gravemente afectados, y todos nosotros lo estaremos si el Congreso escoge cerrar el Gobierno del pueblo”, reiteró Obama desde la Casa Blanca.
El mandatario instó a la Cámara de Representantes a que apruebe una iniciativa de egresos de corto plazo, libre de cualquier condicionamiento que pudiera debilitar la ley de salud promulgada hace tres años en el país.
Obama habló el lunes después de que el Senado rechazó una propuesta de la Cámara de Representantes para posponer la implementación de la reforma de salud. Los republicanos en la Cámara se preparaban para votar otra medida de gastos, la cual pospondría la obligación de que la gente contrate un seguro médico.
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