Cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los residentes de Sevenica (Eslovenia), pueblo de origen de Melania Trump, la esposa del magnate, ondeaban banderas estadounidenses a modo de celebración.
Mirjana Jelancic, vecina de Melania Trump en su infancia, dijo estar feliz por su amiga: “Ese era uno de sus sueños y estamos felices si ella tiene éxito”.
Melania Trump, de 46 años, nació en el mencionado poblado industrial donde ahora la quieren de visita junto a su esposo, el presidente electo de Estados Unidos. Se fue de allí cuando tenía poco más de 20 años años para hacer profesión de modelaje.
Inició su carrera en Milán y París, pero luego se mudó a Nueva York en 1996. Dos años después conoció a Donald Trump, en una fiesta de un club de Nueva York, organizada por el dueño de una agencia de modelos.
Se casó en 2005, en Florida, en una gran fiesta donde lució un vestido de Dior avaluado en 200 mil dólares y a la que, paradójicamente, asistieron los Clinton. Melania tiene solo un hijo con Donald Trump, Barron, de diez años.
Hoy es considerada la segunda primera dama nacida fuera de Estados Unidos. La primera fue la esposa del expresidente John Quincy Adams (1825-1829), que era británica.
¿Cuál es su rol?
Melania Trump aseguró en su primer discurso —el cual fue criticado por plagio a otro discurso de Michelle Obama— que su centro de preocupación será el futuro y la seguridad de los niños. En ese sentido, aseguró que tendrá “un rol tradicional”.
Su tono ha sido siempre discreto y prudente. Y tras el episodio anterior, se retrajo aún más. Apareció solamente una vez en la campaña que llevó a su marido a su inesperado triunfo en la presidencial este miércoles. En esa ocasión destacó lo que llamó “el lado más amable de su esposo”.
Cuando se trata de hablar sobre su vida matrimonial es muy cuidadosa, y ha dicho cosas como esta (en una entrevista con CNN):
“Los dos somos muy independientes. Yo le dejo ser quién es y él me deja ser quien soy. No intento cambiarlo, es un adulto. Él conoce las consecuencias. Yo le doy mi opinión muchas, muchas veces”.
Además, en dicha oportunidad confesó que no le gusta el tono duro que usa su esposo, pero siempre lo ha defendido. Cuando se hicieron públicos los comentarios sexistas de Trump, ella lo defendió diciendo que sus palabras se fueron en un contexto determinado.
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