El sacerdote católico estadounidense Joseph Maurizio Jr. es acusado de ofrecer caramelos y dinero a tres menores de edad a cambio de abusar de ellos. Esto incluye un acto sexual con un niño de 14 años en una capilla, o mirarlos mantener relaciones entre ellos. Los presuntos actos sucedieron durante viajes misioneros de la organización caritativa del sacerdote a Honduras en el 2009 y años anteriores.
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Este martes comenzó la selección de jurados para revisar el caso de pedofilia que en primer instancia mantiene en la cárcel al reverendo desde setiembre del año pasado. Los fiscales federales lo acusaron de abusar de un niño y poseer pornografía infantil.
El cura de 70 años se ha declarado inocente de todos los cargos, y conserva el apoyo de algunos parroquianos de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, la iglesia de la que fue párroco hasta su suspensión debido a las acusaciones.
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En abril de este año la acusación fue amplia y se incluyó el abuso de otros dos niños, y el envío ilegal por el sacerdote de US$8 mil a una organización caritativa para ayudarle en sus viajes, que finalizaron en 2009.
La acusación central contra Maurizio, de conducta sexual ilícita en el extranjero, se suele llamar turismo sexual por el hecho de viajar al extranjero para mantener relaciones sexuales con niños que están prohibidas en Estados Unidos.
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Por otro lado, el abogado defensor del sacerdote, Steven Passarello, alega que una organización caritativa rival, ProNiño USA, y ciertos ateos holandeses no identificados, sobornaron a niños pobres hondureños para que acusen al sacerdote de los abusos.
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