Los civiles desplazados al norte de Irak por la ofensiva gubernamental contra el grupo yihadista Estado Islámico sufren un nuevo tormento: el frío.
Mientras continúan los combates contra el Estado Islámico dentro y en los alrededores de Mosul —donde todavía vive un millón de personas— la llegada temprana del invierno con sus temperaturas bajo cero son una dura prueba para los refugiados que viven alrededor de la ciudad, como se puede ver en este video de la agencia AFP:
Más de 70 mil personas —según los reportes de la ONU— huyeron de Mosul desde que el pasado 17 de octubre empezó la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Irak para retomar la ciudad, en manos de los yihadistas.
Hace algunas semanas, en Mosul todavía se registraban temperaturas veraniegas de hasta 40 grados, pero el invierno puede ser muy duro en Irak y ahora cae nieve en algunos lugares del país, como en la región de Kurdistán, donde está la mayor parte de los más de 3 millones de desplazados en el país.
Naciones Unidas indicó que está ayudando a cerca de 1.2 millones de desplazados iraquíes, también a los que huyen de la batalla de Mosul.
Según Caroline Gluck, una portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), la semana pasada se distribuyó ayuda en el campo que gestiona en Hasancham, cerca del campo de Jazir, que está a cargo del Gobierno de Irak.
“Hemos distribuido mantas calientes, calentadores y material para aislar las tiendas con el objetivo de pasar el invierno”, dijo.
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