Para alcanzar la Basílica de la Natividad, construida en el lugar en donde la tradición cristiana señala como lugar de nacimiento de Jesús de Nazaret, los visitantes deben cruzar el muro que separa el territorio palestino ocupado por Israel desde hace más de cincuenta años.
Allí, en la llamada Plaza del Pesebre se ha construido un árbol de Navidad gigante, que es el lugar favorito de los turistas para tomarse fotos.
La Iglesia católica se opuso en un primer momento a erigir este árbol de un costo aproximado de US$ 200,000, pues sostuvieron que dicho dinero debería ser donado a obras de caridad.
La Navidad 2015 estuvo marcada por una ola de violencia que azotó Israel y los territorios palestinos, lo que provocó una caída de las visitas de Belén. Sin embargo, este año, los visitantes regresaron.
Ramzi Al Durzi, un jordano cristiano, vino con su dos hijos para visitar a la familia de su mujer que vive cerca de Ramalá. “Es mi primera visita a Belén y en Palestina, la atmósfera es fantástica”, dijo a la AFP.
Luego de una procesión, el Papa Francisco celebrará la tradicional misa de medianoche con la presencia de numerosos dignatarios religiosos y representantes políticos palestinos, entre ellos el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
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