En noviembre del 2015 un video impactó a la sociedad de Estados Unidos. Edward Caban, chofer del servicio Uber en California, sufrió una salvaje ataque por parte de un pasajero en estado de ebriedad, según quedó registrado en un video captado por la cámara del automóvil.
El pasajero identificado como Benjamin Golden estaba tan ebrio que no podía guiar a Caban al lugar de destino. El hombre ni siquiera podía mantener la espalda recta. Cuando el chofer se dio cuenta de ello le pidió a Golden que se baje del vehículo.
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Benjamin Golden se negaba a salir del vehículo y se enfrascó en una discusión con Edward Caban. Segundos después, el pasajero, evidentemente ofuscado, golpeó reiteradamente con el puño a Caban, lo jaló del cabello y estrelló su cabeza contra el volante.
Felizmente, Caban logró defenderse rociando gas pimienta contra su atacante. Minutos después, agentes del condado de Orange arrestaron a Golden.
Las imágenes indignaron a los usuarios estadounidenses, quienes condenaron a Benjamin Golden al rechazó público, lo que conllevó a que lo despidieran de la cadena de comida Taco Bell, donde era el director ejecutivo.
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Ahora, meses después del ataque, Golden exige la suma de US$5 millones, ya que aduce haber sido grabado en el video de forma ilegal, y que las imágenes se difundieron sin su consentimiento. “Sufro estrés y humillación”, justificó
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