La mesa está servida. Hoy, casi 20 millones de venezolanos están convocados a votar en los comicios parlamentarios, donde se elegirá a 167 diputados, tres de ellos de representación indígena.
El chavismo comenzó golpeado esta campaña. El sentir en la calle, al principio, era que la crisis económica devoraría al presidente Nicolás Maduro. Aunque esa percepción no ha cambiado del todo, encuestadoras como Datanálisis afirman que el mandatario venezolano ha recortado en un 10% la brecha entre el voto opositor y de gobierno. Tras los resultados se sabrá si su discurso incendiario de los últimos días fue suficiente para remontar e inclinar la balanza a su favor.
“Si la derecha toma la Asamblea Nacional, yo no me voy a entregar bajo ninguna circunstancia, pero, si hubiera una circunstancia negativa, yo me iría a las calles a luchar con el pueblo, como siempre lo hice, y la revolución pasaría a otra etapa. No esperen de mí un cobarde, esperen de mí un hijo valiente de Hugo Chávez en la calle con el pueblo”, expresó el presidente Nicolás Maduro a sus seguidores el pasado lunes 30 de noviembre.
A LA ASAMBLEA COMO SEA
El gobierno afianzó su campaña en la figura del fallecido presidente Hugo Chávez, moviendo el sentimiento de sus seguidores hacia lo que consideran los logros de la revolución, que se acabarían si la oposición tomase el poder.
Y en ese arrebato de conservar el gobierno, identificó su campaña electoral con la frase: “A la Asamblea como sea”.
En conversación con Perú21, Jesús Torrealba, secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), afirmó que “esa es la manera pendenciera del señor Maduro de reconocer que no tiene el apoyo popular. Recurren a la amenaza, el ventajismo, a los recursos públicos y, en algunos casos, a la violencia. Frente a eso, el único blindaje que existe es el accionar ciudadano, que está decidido a cambiar”.
Ante la idea de que el gobierno llega hoy mucho mejor de como arrancó, el principal vocero de la MUD indicó que esa tesis la hizo rodar el oficialismo justo cuando no se podía hablar de encuestas. “La versión de que la brecha se ha reducido es fantasmal. Lo que hay en Venezuela es un cierre de una hegemonía decadente. Estamos presenciando el final de un régimen que está de despedida. En el país, luego de las elecciones, se abre un nuevo proceso donde los actores políticos, todos, van a tener que reinventarse”, agregó.
IMPEDIMENTOS A LA PRENSA
Para Torrealba, las trabas en contra del libre trabajo de la prensa, tanto nacional como extranjera, para la cobertura de este importante acontecimiento político obedece a que “evidentemente el gobierno tiene que esconder su talante autoritario, el uso de la violencia y del ventajismo. Es por eso que está tratando de que los ojos del mundo no estén sobre el país”.
SABÍAS QUÉ
- Las elecciones en la Asamblea Nacional, que es unicameral, se dan cada cinco años. El órgano nació tras la aprobación de la Constitución de 1999, reemplazando al Congreso de la República, que era bicameral.
- Los ciudadanos llamados a votar en estas legislativas suman un total de 19’496,296.
- Diosdado Cabello es el actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
- El chavismo gobierna en Venezuela desde 1999. La ideología se basa en el poder de las masas trabajadoras, el socialismo, el antiimperialismo, el nacionalismo y el cristianismo.
- Hugo Chávez contaba con 84% de aprobación entre la población venezolana, según Consulta Mitofsky.
Por Deysi Ramos, corresponsal en Venezuela
ANÁLISIS DE NELSON BOCARANDA: ‘NO HABRÁ UN GOLPE DE ESTADO’
La oposición, formada por partidos demócratas, ha invitado a ex líderes a observar lo que va a suceder. No creo en los que ha traído el gobierno y, por ejemplo, cuestiono mucho que la Unasur haya designado al ex presidente de la República Dominicana Leonel Fernández para presidir la misión que el organismo internacional ha mandado al país; no creo que sea un hombre que vaya a decir la verdad al lado de los demócratas.
Es una cruzada complicada, pero, si se da una victoria de la democracia –por una votación mayoritaria, que supere las expectativas y al gobierno de Nicolás Maduro–, será muy difícil intentar un golpe de Estado.
Con gobiernos como este todo es posible, más cuando los radicales han dicho que trancarían el acceso a la Asamblea Nacional para que no entren los opositores. En caso de ganar estos, el hecho de que los ojos del mundo estén puestos en Venezuela hace muy difícil que se pueda llegar a ejecutar un golpe. Sería algo nefasto y muy negativo para un gobierno que pretende mostrar, en su imagen y en su fondo, un exagerado respeto a la ley.
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