El ministro del Interior egipcio, Mohamed Ibrahim, salió ileso de un intento de asesinato sufrido hoy cuando una bomba estalló mientras su convoy atravesaba las calles del distrito de Ciudad Naser en El Cairo.
En sus primeras declaraciones desde la sede del Ministerio del Interior, Ibrahim calificó la tentativa de “despreciable”, e indicó que un artefacto con fuerte carga explosiva fue detonado al paso de su vehículo y causó heridas graves a varias personas, entre ellas un policía y un niño cuyas piernas fueron amputadas por el estallido.
Mientras tanto, fuentes de seguridad manifestaron que al menos dos personas murieron y 10 resultaron heridas, pero no brindaron más detalles.
El ministro Ibrahim, ha sido uno de los responsables de la violenta represión a los seguidores de Mohamed Mursi, el presidente islamista destituido hace dos meses por el Ejército tras masivas protestas contra su mandato.
Consultado por periodistas sobre si el ataque marcaba el inicio de “una nueva ola de terrorismo”, Ibrahim dijo: “Lo que pasó hoy no es el final, sino el comienzo”.
El ministro expresó esta semana que había sido informado de planes para matarlo, y que “elementos foráneos” estaban involucrados. El general Abdel Fattah al-Sisi, jefe de las fuerzas armadas, lo había provisto de un auto blindado idéntico al que él usa.
Había reportes contradictorios sobre la naturaleza del ataque. Fuentes de seguridad dijeron que tres bombas colocadas en una motocicleta estacionada habían detonado cuando el convoy de Ibrahim pasaba por el lugar. La televisión estatal informó que una bomba había sido lanzada desde un techo.
El Gobierno respaldado por el Ejército que asumió el poder tras el derrocamiento del 3 de julio ha matado a cientos de seguidores de los Hermanos Musulmanes, a los que acusa de incitar a la violencia y cometer actos terroristas, y ha arrestado a sus principales dirigentes.
También han muerto alrededor de 100 miembros de las fuerzas de seguridad.
SE DESVINCULAN
En tanto, el grupo de los Hermanos Musulmanes apuntó al Ejército como el perpetrador de un golpe militar con el fin de regresar a Egipto a la era represiva del ex presidente Hosni Mubarak. Su líder Amr Darrag condenó “fuertemente” el intento de asesinato del ministro.
Egipto enfrentó una insurgencia islamista en la década de 1990, en la que bombardeos y ataques armados desestabilizaron el país y dañaron el turismo.
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