Una corte de Corea del Sur condenó este martes a 36 años de prisión al capitán del ferry Sewol por el trágico naufragio del pasado abril que dejó 304 muertos, en su mayoría estudiantes que hacían un viaje organizado.
La fiscalía había pedido la pena de muerte para Lee Joon-Seok, de 69 años, tras haber abandonado a su suerte a los 476 pasajeros del ferry cuando zozobró el 16 de abril.
Al cabo de cinco meses de un juicio marcado por dolorosos testimonios, el tribunal consideró que la fiscalía no logró demostrar el cargo más grave presentado contra el capitán, el de homicidio por negligencia.
En cambio, los jueces sí lo consideraron culpable de abandonar sus deberes como capitán, al dejar el ferry cuando cientos de pasajeros estaban atrapados a bordo.
Familiares de las víctimas presentes en el tribunal en la ciudad sureña de Gwangju, reaccionaron enfurecidos a la absolución del cargo de asesinato.
“No es justo. ¿Qué pasa con la vida de nuestros hijos? Ellos (los inculpados) merecen algo peor que la muerte”, gritó un allegado.
Otros tres responsables del ferry fueron condenados a penas de entre 15 y 30 años de cárcel y otros once tripulantes fueron sentenciados a entre cinco y diez años.
“Nos cuesta concluir que los acusados eran conscientes de que todas las víctimas morirían debido a sus acciones, no tenían ninguna intención de matarlos”, dijo el juez Lim Joung-Youb, al anunciar la sentencia.
Sin embargo, Lim subrayó que si Lee y su tripulación hubieran actuado correctamente en el momento en que el ferry sufrió los primeros problemas, se habrían podido salvar muchas vidas.
Tras la tragedia, el capitán y la tripulación fueron vilipendiados en un país conmocionado por la pérdida de tantas vidas jóvenes. El presidente surcoreano, Park Geun-Hye, señaló públicamente que sus acciones eran “equivalentes al asesinato”.
Además del hecho de abandonar el barco, los inculpados fueron condenados por ordenar a los pasajeros permanecer donde estaban cuando el ferry empezó a escorar peligrosamente.
Lee admitió en el juicio que el pánico le paralizó y que no pudo tomar las “medidas adecuadas” para tratar de salvar a los pasajeros. Pero negó haber tenido intención de sacrificar vidas.
El Sewol, de 6,825 toneladas, llevaba a bordo 476 personas cuando volcó. De los 304 muertos, 250 eran estudiantes de una misma escuela de secundaria.
El tribunal criticó por otro lado a la compañía que operaba el Sewol, Chonghaejin Marine, por no haber formado debidamente a la tripulación. Su presidente es juzgado actualmente y podría ser condenado a 15 años de cárcel por negligencia.
Horas antes de la sentencia, el gobierno anunció que ponía fin a las tareas de búsqueda submarina de cadáveres después de siete meses.
“La situación en el interior del barco es demasiado difícil para poder continuar”, dijo el ministro del Transporte Marítimo, Lee Ju-Young, afirmando que este se está derrumbando.
Lee dijo que no se lograron hallar los cuerpos de nueve fallecidos.
El desastre del Sewol enlutó al país a la vez que surgieron dudas sobre si la cuarta economía asiática, en su carrera por el desarrollo, había menoscabado cuestiones fundamentales, como la seguridad de sus transportes.
La tristeza nacional dejó paso al enojo cuando se hizo evidente que la tragedia fue el resultado de un ferry sobrecargado, una tripulación inexperta y fallos en las relaciones entre los operadores y los entes reguladores.
(Gwangju/AFP)
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