El presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un, ejecutó a su tío Jang Song Thaek, quien alguna vez fue considerado como el segundo hombre más poderoso del país, luego de que un tribunal militar especial lo encontró culpable de traición.
“El acusado Jang unió a fuerzas indeseables y formó una facción de la que fue jefe por largo tiempo con la que cometió crímenes tan horribles como intentar derrocar al Estado”, dijo la agencia oficial de noticias de Corea del Norte KCNA.
Esta semana, Kim Jong Un removió a Jang de todos sus cargos, y lo acusó de “consumir drogas y malgastar divisas en los casinos” o “realizar orgías a puerta cerrada en restaurantes de lujo” en el extranjero.
La caída del exnúmero dos supone el mayor cambio político en Corea del Norte desde la muerte del anterior líder, Kim Jong-il, en diciembre de 2011, y sus consecuencias, según expertos, pasarían por la anulación de una incipiente tendencia reformista en este rígido Estado totalitario.
“Probablemente las reformas económicas se van a ralentizar”, dijo a Efe el investigador Philo Kim, del Instituto de Estudios para la Paz y la Unificación de la Universidad Nacional de Seúl.
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