China dio a conocer hoy unos controles más estrictos sobre Internet, al legalizar la supresión de publicaciones o páginas que contengan información “ilegal” y exigir a los proveedores de servicios que entreguen esa información a las autoridades para aplicar las penas correspondientes.
Estas reglas son una señal de que la nueva dirección del Partido Comunista, encabezado por Xi Jinping, continuará amordazando las conversaciones online en un país donde Internet rara vez ofrece una oportunidad para el debate.
Las nuevas normas, anunciadas por la agencia oficial de noticias Xinhua, también exigen que los usuarios de Internet se registren con sus nombres reales al acceder a proveedores de red, aunque, en realidad, esto ya sucede.
“Los proveedores de servicio están obligados a detener de manera instantánea la transmisión de información ilegal una vez que así se considere y tomar medidas relevantes, incluyendo la supresión de la información, así como guardar los registros antes de informar a las autoridades supervisoras”, según la normativa estatal.
Los internautas chinos ya se enfrentan a amplias medidas de censura, especialmente sobre asuntos políticamente sensibles como los derechos humanos y las élites políticas, y páginas web tan populares como Facebook, Twitter y YouTube, propiedad de Google, están bloqueadas.
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