(Buenos Aires/EFE)
Las presidentas de Argentina, Cristina Fernández, y de Chile, Michelle Bachelet, dieron este lunes en Buenos Aires un nuevo empujón a las relaciones bilaterales con el anuncio de dos importantes proyectos de infraestructura y su compromiso de agilizar la solución de temas pendientes.
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Tras la presidencia de Sebastián Piñera en Chile, en la que las relaciones con la vecina Argentina perdieron peso, Fernández y Bachelet demostraron su buena sintonía y coincidieron en su intención de acelerar el impulso de los asuntos bilaterales.
“La relación con Argentina es prioritaria para nuestro país, es una nación hermana y hay que reimpulsar la agenda a la que nos comprometimos años atrás”, resumió Bachelet, que eligió Argentina para la primera visita de Estado de su segundo mandato.
Ambas subrayaron su apuesta por duplicar las conexiones con dos proyectos, contenidos en el Tratado de Maipú, el más ambicioso suscrito entre ambos países, que requerirán de financiación internacional.
“Es clave para nosotros mejorar la conectividad” para “dar una vuelta inmensa a costos y competitividad”, subrayó Fernández en una rueda de prensa conjunta tras reunirse con Bachelet.
Es necesario duplicar la conexión “durante todo el año”, apuntó Bachelet, en alusión a los problemas en los pasos fronterizos que plantean las nevadas.
El proyecto incluye un paso para el ferrocarril en el Aconcagua y otro en Aguas Negras, incluidos en el Tratado de Maipú de Integración y Cooperación (2009), que apuesta también por reforzar la coordinación entre autoridades locales para mejorar las infraestructuras en energía y comunicaciones.
Para Cristina Fernández no se trata únicamente del tránsito de personas o de mercancías sino de “llevar tecnología, ciencia, progreso, de generar trabajo”.
“Es un desafío que nos hemos puesto como meta, la conectividad entre ambos países”, insistió Fernández, que admitió que hay temas de interés bilateral “trabados” en esferas ajenas al Ejecutivo porque “en Chile y Argentina hay separación de poderes”.
“Cuando hay un inconveniente en el ámbito del poder Ejecutivo, que se conecte directamente con nosotras, las presidentas, de presidente a presidente es más fácil destrabar conflictos”, agregó.
“Qué voy a contarles, la burocracia es algo global, no es bilateral”, añadió la mandataria argentina.
Sin embargo, “el poder judicial es una cosa que no podemos resolver nosotras, pero trataremos de informar a quienes ejercen esta potestad para poder resolver los temas pendientes, sobre todo aquellos de carácter económico”, matizó.
Entre los temas pendientes figura el contencioso de LAN Chile en Argentina, después de que se planteara su salida del aeropuerto de Buenos Aires.
“No recibí ninguna petición de LAN Chile de que hiciera ninguna gestión al respeto y está en el campo donde debe resolverse, en la Justicia”, señaló Bachelet.
“Hay abierta una cuestión judicial. Si es judicial, hay que preguntarle a la Justicia”, zanjó Fernández.
Otro de los temas que pueden causar fricción entre ambos países es el destino del exguerrillero chileno Sergio Apablaza, que ha recibido asilo político en Argentina pese a ser reclamado por los tribunales chilenos.
En el caso Apablaza, “vamos a seguir los cauces institucionales”, coincidieron las mandatarias.
Ambas se refirieron también, a preguntas de la prensa, al tema del narcotráfico para subrayar la necesidad de establecer políticas internacionales conjuntas.
“No basta sólo con que dos países se unan, debemos seguir empujando con mucha fuerza la agenda de Unasur porque se requieren protocolos comunes”, opinó Bachelet.
“Hay que ser realistas, ni Chile ni Argentina son países productores de droga”, afirmó Fernández, para quien “si los países que producen la droga y la consumen no respetan los protocolos, es ficción o hipocresía hablar de un tema para meterlo en la agenda mediática de un gobierno”.
“Es un problema global, mundial, y hay que discutirlo desde otra perspectiva”, zanjó la presidenta argentina.
Tras reunirse con Fernández, Bachelet participó en el Senado en una sesión especial de la Asamblea Legislativa.
Allí, la presidenta chilena volvió a destacar la “historia y el destino común” de ambos países y subrayó la importancia que tiene para Chile “recuperar presencia regional” para “reencontrarse con sus vecinos”.
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