La ministra chilena de Salud, Helia Molina, renunció al gabinete luego que el gobierno de Michelle Bachelet le quitara su respaldo por afirmar que familias ricas hacen abortar a sus hijas en clínicas acomodadas.
En una entrevista publicada en el vespertino La Segunda, Molina dijo que “en todas las clínicas cuicas (privadas y muy exclusivas) familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”.
Entrevistada en el noticiero nocturno de canal 13 de televisión, Molina dijo que sus palabras “fueron mal usadas, pero no me arrepiento de nada de lo que digo”.
En Chile está prohibido todo tipo de aborto, incluso el terapéutico. En las próximas semanas, el Ejecutivo tiene previsto enviar al Congreso un proyecto de ley para despenalizar el aborto en los casos de violación, inviabilidad del feto o riesgo vital de la madre.
“Debemos informar que la ministra Helia Molina ha presentado su renuncia para evitar polémicas artificiales que puedan distraer al Gobierno de la tarea de mejorar la salud de todos y todas”, dijo el Secretario General de Gobierno, Álvaro Elizalde.
Las declaraciones de Molina provocaron el inmediato rechazo de la asociación de clínicas de Chile y de los partidos conservadores de la oposición, que calificaron de “extrema gravedad” los dichos de la ministra, por lo que le pidieron entregar los antecedentes de su denuncia a la Justicia.
El portavoz de Gobierno informó que “mientras la presidenta designa al reemplazante (de Molina) se desempeñará transitoriamente como ministro el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows”.
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