El Congreso chileno dio luz verde esta noche —tras alcanzar un acuerdo político con la oposición— a un ajuste tributario que busca recaudar hasta mil millones de dólares al año para la educación, motivo de masivas manifestaciones las últimas semanas en ese país.
La reforma, una de las más importantes en las últimas dos décadas, fue aprobada en su último trámite en el Senado, por 31 votos a favor, tres en contra y una abstención.
“Hoy fue un buen día para Chile. Con unidad, diálogo y buena voluntad logramos un necesario e importante acuerdo para aprobar una reforma tributaria para la educación, que incrementará los ingresos fiscales en cerca de mil millones de dólares al año”, dijo el presidente Sebastián Piñera, en un mensaje televisado.
Los recursos adicionales “se destinarán a mejorar la calidad y equidad de nuestra educación, en todos sus niveles. Además a respetar y proteger la libertad de emprender en el campo educacional y la libertad de los padres de elegir la educación de sus hijos”, agregó el mandatario.
La reforma tributaria fue planteada en abril por Piñera y había sido rechazada la semana pasada por el Senado, forzando la creación de una comisión mixta, ya que había sido antes aprobada por los diputados.
En sus puntos principales, el proyecto contempla el aumento del impuesto a las empresas, desde un 17% a un 20%, y una reducción de los tributos que pagan las personas. También un incremento del impuesto al tabaco.
“Esta es una reforma que recauda poco (…) pero haberla rechazado habría sido una irresponsabilidad”, comentó el senador opositor Ricardo Lagos Weber, cuyo sector aspiraba a una mayor recaudación.
Los dirigentes estudiantiles, en tanto, rechazaron el pacto político, al considerar “insuficiente” el monto que se recaudará para financiar las mejoras al sistema educativo que ellos aspiran.
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