(EFE/Río de Janeiro)
Un escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras sacudió hoy la campaña de las elecciones de octubre en Brasil, y salpicó a los partidos de la favorita en los sondeos, Marina Silva, y de la actual presidenta y candidata, Dilma Rousseff.
El caso se refiere al supuesto pago de sobornos millonarios a decenas de políticos por parte de constructoras que ganaron contratos con Petrobras entre 2004 y 2012.
Entre los políticos supuestamente implicados, se encuentra el fallecido Eduardo Campos, quien era candidato presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB) y quien fue sustituido por Marina Silva después de su muerte.
Los nombres de los políticos supuestamente implicados fueron desvelados por el exdirector de Refino y Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa, en un interrogatorio ante la Policía Federal, que le ofreció una reducción de condena por delatar a los cómplices de este caso por el que él fue arrestado el pasado marzo.
La lista de los políticos supuestamente denunciados por Costa, divulgada hoy en parte por la revista Veja, incluye también un alto cargo del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, así como el ministro de Minas y Energía, Edison Lobão, los presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de los Diputados, Henrique Eduardo Alves.
También figuraban tres gobernadores de estados donde Petrobras estaba presente con grandes inversiones, entre ellos Pernambuco, donde Campos fue gobernador entre 2007 y 2014.
Todos los políticos citados por la prensa han negado su implicación en el caso y desmintieron haber recibido cualquier pago de Costa.
El candidato opositor Aécio Neves se apresuró a exigir responsabilidades por lo que consideró “las más graves denuncias de corrupción” de la historia reciente de Brasil.
Por su parte, Marina Silva defendió la acusación contra Campos. “El hecho de que hubiera una inversión de Petrobras en su estado no da el derecho, a quien quiera que sea, de colocarle (a Campos) en la lista de los que cometieron irregularidades”.
Por su parte, Rousseff prometió hoy que tomará “las medidas oportunas” sobre el caso de corrupción cuando disponga de informaciones oficiales.
En declaraciones a periodistas en Sao Paulo, la mandataria consideró que, hasta ahora, las denuncias no pasan de “especulaciones”, puesto que el interrogatorio al exdirectivo de Petrobras se está realizando en secreto.
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