El Papa Francisco llegó esta mañana a la ciudad santuario de Aparecida, en el interior de Sao Paulo, donde fue recibido por una impresionante multitud que enfrentó largas horas sin dormir, lluvia y bajas temperaturas para saludarlo.
Tras ser recibido por el rector de la Basílica de Nuestra Señora Aparecida, padre Domingo Savio da Silva, el pontífice argentino se dirigió en papamóvil hasta el Santuario Nacional de Aparecida, donde preside la Santa Misa junto a los obispos de esa pequeña ciudad santuario, localizada a 168 kilómetros de Sao Paulo.
En el camino, donde fue acompañado por un cortejo de fieles, Francisco hizo detener el vehículo abierto para besar a un niño que estaba en brazos de su madre. Lo mismo había hecho más temprano, cuando partía rumbo al aeropuerto de Río, al salir de la residencia de Sumaré, a donde permanecerá hospedado hasta su regreso a Roma, el próximo lunes.
El Papa llegó bajo lluvia a las 10:16 hora local (08:16 hora peruana) a Aparecida proveniente Río de Janeiro, donde presidirá hasta el domingo la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que fue inaugurada ayer en la playa de Copacabana.
Antes de arribar en helicóptero a Aparecida el Papa y su comitiva realizaron una escala en la vecina ciudad de Sao José dos Campos, a donde llegaron en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña.
Miles de personas han pasado la noche en las calles de Aparecida, haciendo fila pese al frío de 7ºC y la lluvia para ingresar al santuario de esta virgen negra y patrona de Brasil, donde asistirán a su liturgia unas 200,000 personas.
Francisco estuvo en la ciudad santuario por última vez en 2007, cuando era arzobispo de Buenos Aires.
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