Los brasileños se esforzaban hoy por comprender las protestas contra el Gobierno que sacuden al país, luego que un millón de manifestantes salieron a las calles anoche en decenas de ciudades, algunos enfrentándose con policías y dañando tiendas y edificios gubernamentales.
La presidenta Dilma Rousseff sostuvo una reunión de emergencia sobre las protestas con el ministro de Justicia brasileño, pero no hizo comentarios al término del encuentro, manteniendo su callada postura frente a los disturbios.
Sus asesores dijeron que no sabían si Rousseff se dirigiría a la nación en un intento de calmar a los manifestantes, pero se espera que por la tarde se reúna con los principales obispos de la Iglesia católica para hablar sobre los posibles efectos de las protestas en la visita papal programada para el mes próximo en Río de Janeiro y Sao Paulo.
Rousseff, una exguerrillera de izquierda que fue encarcelada y torturada durante la dictadura militar de Brasil, apenas mostró un breve apoyo a los manifestantes desde que comenzaron las mayores protestas en décadas en el país hace una semana. Esa postura provocó fuertes críticas de que ella ha permitido que la situación se salga de control.
Asimismo, mediante redes sociales y una gran cantidad de correos electrónicos se convocó a una huelga general para la próxima semana. Sin embargo, los dos sindicatos nacionales más grandes de Brasil, la Unión General de los Trabajadores y Fuerza Sindical, indicaron no estar al tanto del asunto.
SEGUNDA VÍCTIMA
Una mujer murió de un paro cardiaco ayer tras la explosión de una bomba en una protesta en Belem, en el norte de Brasil, en la segunda muerte accidental durante las masivas manifestaciones en el país, informó este viernes la alcaldía a la AFP.
La mujer era una barrendera de 54 años, con hipertensión, que trabajaba junto a una cuadrilla de limpieza cuando avanzaba una columna de manifestantes y explotó una bomba que la hizo correr y le causó la muerte, precisó una responsable de prensa de la alcaldía. Ayer un joven fue atropellado en el interior de Sao Paulo, también durante la jornada de protestas.
La mujer fue socorrida por servicios de salud pero no resistió. “No sabemos si la bomba la lanzó la Policía o los manifestantes, ni qué tipo de bomba era. Se está investigando”, señaló la responsable.
Según medios locales, la mujer murió por inhalar gas de una bomba lacrimógena lanzada por la policía para dispersar a los manifestantes.
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