El número de muertos en el sangriento atentado contra un restaurante de la capital de Afganistán, Kabul, asciende a 24, 13 de ellos extranjeros, ocho civiles afganos y los tres atacantes, informó hoy la policía.
En el ataque murieron cuatro colaboradores de la ONU, así como el responsable del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el país, el libanés Wabel Abdallah (60), según confirmó la directora gerente del organismo, Christine Lagarde. Entre las víctimas está asimismo el dueño del local, también de nacionalidad libanesa.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó la agresión contra contra el restaurante, muy popular entre los diplomáticos extranjeros y rodeado de fuertes medidas de seguridad.
“Este tipo de atentados contra civiles son totalmente inaceptables y una violación atroz de los derechos humanos internacionales”, señaló Ban. “Deben terminar de inmediato”, acotó.
Un atacante suicida se voló por los aires en la entrada del local y puso así fuera de combate a los guardias de la puerta. Otros dos hombres aprovecharon entonces para entrar y disparar a los comensales.
Casi todas las víctimas murieron por los tiros y no por la bomba, señaló la Policía afgana. Los agresores murieron luego en un tiroteo con los agentes.
Los talibanes se atribuyeron el atentado y afirmaron que había asimismo varios alemanes muertos, pero las autoridades de Berlín señalaron que hasta el momento esto no se ha confirmado. Según los extremistas los muertos son 37, “29 invasores extranjeros de alto rango y ocho mercenarios afganos”. Es habitual que los talibanes exageren o informen de forma poco fiable sobre el número de víctimas de sus acciones.
El portavoz talibán Sabiullah Muyahid aseguró que el ataque iba dirgido contra los extranjeros que viven en Kabul. Se trató de una represalia por la “masacre” de esta semana en la provincia de Parwan, afirmó. Allí murieron siete niños y una mujer en un ataque aéreo de la OTAN, según un portavoz de la oficina del presidente Hamid Karzai.
En los últimos días ha habido varios ataques en Kabul, uno de ellos un atentado suicida. En otro incidente el suicida fue abatido antes de que pudiera detonar la carga.
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