GINEBRA (EFE).– El Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) reveló que el análisis de los trazos de una nueva partícula elemental –cuyo descubrimiento fue anunciado en julio del año pasado– “indica fuertemente” que se trata del buscado bosón de Higgs.
Así, el reputado centro de investigación confirma uno de los mayores hallazgos en el mundo de la física por tratarse de una partícula cuya existencia no se había podido verificar, pero sobre la que reposa la teoría de la física moderna.
La existencia de la llamada ‘partícula de Dios’ ayuda a confirmar la teoría de que los objetos adquieren su tamaño y forma cuando las partículas interactúan en un campo de energía con otra partícula clave, el bosón de Higgs. Mientras mayor su atracción, mayor será la masa, según la teoría.
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