Un evento inesperado o el desorden en el manejo de las finanzas personales puede llevarnos a una situación desagradable: se acerca la fecha de pago y no tenemos como pagar. ¿Qué hacer? Si vence una cuota, el banco empezará a llamar a casa y al celular.
Lo primero es prepararnos para poder explicar qué pasó y cómo podemos revertir la situación. Enseguida, debemos procurarnos un flujo de ingresos adicional, indica Ricardo Aguirre, director gerente de Afisca Consultores.
Habrá que recortar los gastos innecesarios e imponernos una meta de ahorro mensual. “Inmediatamente después, debemos acudir a nuestro banco para pedir una refinanciación”, aconseja.
DEFINA SU CASO
Giovanna Prialé, directora del Instituto de Finanzas Personales, recomienda identificar si lo que se requiere es un refinanciamiento o una reestructuración de deuda.
“Procede un refinanciamiento cuando el usuario se ha atrasado en el pago de sus cuotas y se ha afectado su calificación crediticia”, precisa.
Se reestructura el cronograma de pagos cuando se enfrenta una coyuntura difícil. Esto no afecta su calificación porque aún no ha se ha atrasado.
Adicionalmente hay otro camino, refiere la experta. Se puede optar por vender las deudas para así acumular todas en una sola. Esto me dará condiciones ventajosas: una tasa de interés menor y periodos de gracia, anota.
De acuerdo con Aguirre, si nuestro problema no tiene otra salida más que la refinanciación, tratemos de asesorarnos antes de ir al banco por nuevas condiciones para la cancelación del crédito.
Si el plazo de pago que la entidad financiera nos brinda supera el año y el monto adeudado lo amerita, podremos ofrecer garantías, finaliza.
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