Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
amariategui@peru21.com
“Uy, de Guatemala a Guatepeor”, pensé. JDC por lo menos era bastante menos apurado que Dammert para soltar denuncias y tampoco era folclórico como este (¿no se acuerdan de su anuncio en 2011 del balón de gas a doce soles con un peluche?). Con él habrá harto circo gratis y seguirá con sus eternos temas: Enapu y Petroperú. Mismo Lajo con la lata de leche Gloria o Lescano con Telefónica.
Pero Dammert hizo daño y mucho. Junto a JDC, Estrada y Mohme (padre) impidió que Camisea se concrete en 1988. Y de él nunca ha salido más que la peor demagogia. Tal vez lo mejor que ha hecho es una linda y brillante hija criminóloga. Pero también tiene otra “hija” muy fea, una historia retratada por el hoy ministro Pedro Cateriano en su libro El caso García. Según Cateriano, Dammert se ocupó de entorpecer las investigaciones congresales BCCI/Mirage a Alan (Pág. 91) y, luego, presidiendo la comisión que investigó el uso de las RINs (Pág. 151), desde donde puso muchas trabas (Pág. 179). Hasta calificaba a las pesquisas como “vendetta” (Pág. 220), recriminando a su patriarrojero colega Barrera Bazán. Y siempre se abstuvo en todas la votaciones (Págs. 223 y 242).
Pero lo más sabroso viene en el capítulo ‘Instrucciones para Dammert y Cambio 90’ (Págs. 245-249), en donde se narra cómo La Revista Dominical emitió el 14 de octubre un audio donde se escucha a Alan coordinar con Del Castillo su defensa, mencionándose a Dammert como el solícito peón de ambos que iba tirarles un capote con una oportuna cuestión previa. Ese audio le enterró por décadas, pero hoy resucita. Así es Dammert, flamante congresista aprista…¡Jua, jua, jua!
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.