28.ABR Domingo, 2024
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Opinión

Juan José Garrido,La opinión del director
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Frente a las imputaciones que señalan posibles pagos de actividades ilegales (en este caso, la minería ilegal) al Partido Nacionalista y el pedido de diversos partidos por investigar a fondo las mismas, el Presidente Humala ha optado por proteger a su esposa Nadine Heredia, quien, como Presidenta del Partido Nacionalista, debía ser la primera persona en aclarar los posibles entuertos.

Este comportamiento es, por decir lo menos, escandaloso. Cuando a Palacio se le ocurrió la idea de nombrar a la Primera Dama (un título rimbombante, pero a fin de cuentas inexistente respecto al poder) como Presidenta del partido oficialista (un cargo netamente político), las críticas no se hicieron esperar. ¿Cómo separarían las funciones? Frente a ello, hasta el Presidente se escudó en que la Sra. Heredia tenía legítimo derecho a un cargo político partidario. Y, valgan verdades, no había mucho más que exigir frente al vacío legal.

Desde entonces la Sra. Heredia se ha paseado por el Perú, de ida y venida, con el doble membrete, haciendo las de vocera del Presidente cuando de obras y gasto público se trata, y de política cuando de meter candela al debate político se trata. Una situación muy cómoda, si lo pensamos un poco.

Pero ahora que es cuando tiene que actuar dentro del papel que le exige ser la Presidenta del Partido Nacionalista, pues resulta que no, que ella no tiene nada que ver, que eso fue antes, que ni con el pétalo de una rosa.

A ver, no sé quién, pero alguien nos trata de lerdos (¿o efectivamente lo somos?). ¿Cómo así quien preside el partido cuestionado no es la persona idónea para responder por imputaciones al mismo? Total, ¿es o no Presidenta del nacionalismo? Lo es, sin duda. ¿Cuándo, entonces, actúa como tal? ¿Será cuando la vemos sonriente con el polo rojo? ¿O será cuando inaugura otro Qali warma?

El Presidente del gobierno y la Presidenta del partido oficialista tienen que ponerse de acuerdo; felizmente los peruanos la tienen clara, y de ahí la casi exacta aprobación de ambos.


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