28.ABR Domingo, 2024
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Opinión

Juan José Garrido,La opinión del director
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Ayer nos referíamos a la anodina presentación dominical del mandatario; hoy, quisiéramos enfocarnos en las “reformas” del actual gobierno sobre las cuales se pronunció; a saber: las del Servicio Civil, Educación, Salud, Tributaria, AFP, Defensa y Seguridad.

De todas, la única cuajada y redonda es la del Servicio Civil; el único problema latente es que aún no se ha implementado. Léase, no sabemos cómo transitará su paso de la tinta y el papel a la realidad.

De las otras, o están en proceso aún (no están terminadas) o fueron un fracaso estrepitoso. Partamos por las primeras. La reforma del sector Salud, por ejemplo, está empantanada por el tema salarial. Las constantes huelgas médicas demuestran la brecha entre lo que es la realidad y lo que creen en Palacio.

Algo parecido a lo que sucede en Educación. Somos optimistas en que el ministro Saavedra presente ideas que señalen un halo de esperanza para la educación pública; no obstante, de “reformas” solo contamos hoy con la paralización de lo avanzado en el quinquenio aprista (que tampoco podría considerarse como una reforma integral); en otras palabras, paralizaron lo poco que se había avanzado y estamos a la espera de una nueva propuesta.

Respecto a la reforma tributaria, pues lo ofrecido es más de lo mismo: cargar con mayores impuestos a los contribuyentes que ya se conocen. Y sobre el sistema privado de pensiones (AFP), la historia es al revés: un bodrio que ha quitado del asegurado la capacidad de definir a su proveedor, sin mejorar los puntos realmente importantes (costes, riesgo, etc.).

Sobre Defensa y Seguridad, pues no hay mucho que añadir: nuestra “percepción” es que no existen; salvo en los bolsillos de algunos pocos allegados, no se ven mejoras en la seguridad de las calles y valles.

Una lástima que habiendo pasado casi tres años el gobierno aún no pueda exhibir una reforma importante para nuestro desarrollo y crecimiento de largo plazo: ni en productividad ni en instituciones, menos aún en las grandes deudas sociales (educación y salud) que tiene el Estado peruano. Siempre queda, sin embargo, tiempo para empezar.


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