Johnny Lindley,Empresario
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Después de estudiar en EE.UU., en 1997 Johnny Lindley regresó al Perú para trabajar en la empresa familiar. Diez años después asumió la gerencia de la compañía y, en cifras, no le ha ido nada mal. Aquí nos explica cómo lo hizo.
Le dije a un amigo que iba a entrevistar al dueño de la Inca Kola y me dijo: “El dueño de la Inca Kola es la Coca-Cola”. ¿Cómo tomas esta expresión?
Hoy, bien. Cuando recién hicimos la transacción, me hubiera chocado. Para adaptarnos nos ayudó comprar, en 2004, ELSA, el otro embotellador de Coca-Cola en el Perú. Con ello redefinimos nuestro nuevo rol: somos parte del sistema de embotelladores de bebidas no alcohólicas más grande del mundo. Coca-Cola tiene una participación en Corporación Lindley, tres lugares en nuestro directorio y una coordinación operativa diaria sobre cómo llevar nuestro portafolio de marcas al mercado; pero quien embotella, vende y distribuye Inca Kola –y nuestro repertorio amplio de marcas– sigue siendo la familia Lindley; Coca-Cola maneja la gestión de las marcas.
Manejaron muy bien el tema de los afectos. Se declararon orgullosamente peruanos en los momentos más duros. ¿Siguen siendo importantes los afectos en el manejo de Lindley?
Son importantísimos. Nuestra tarea está en adaptar el sentimiento de peruanidad con el cambio de los tiempos. Como marca, nos adaptamos al resurgimiento del orgullo por lo peruano, que se plasmó en la gastronomía, en la creatividad. Como corporación, Lindley sigue invirtiendo en el Perú. Generamos empleo, riqueza, trabajo, desarrollamos las regiones.
¿Lindley crece porque el Perú crece o por una buena gestión?
Una industria como la nuestra está muy ligada al crecimiento del país: aumento de la clase media, reducción de la pobreza, urbanización, etcétera. Nuestra tarea está en impulsar la demanda por encima del crecimiento del país. Por eso invertimos en capacitación de la fuerza de ventas, en infraestructura, en redes de logística y distribución, etcétera. Además, a inicios de año contratamos una consultora internacional para que creara un nuevo organigrama. Hoy tenemos un equipo más profesional y podemos ir por más y mejores resultados.
Los médicos dicen que las gaseosas no son saludables…
Primero, lo mejor es una dieta balanceada: comer un poco de todo y tener una actividad física. Y en este menú pueden entrar las gaseosas. Segundo, tenemos un portafolio diverso: gaseosas, aguas, jugos, etcétera. La mala publicidad hacia las gaseosas viene del desconocimiento. Por eso, nosotros ponemos en las etiquetas lo que se está bebiendo. Tercero, fomentamos la vida equilibrada, realizamos tareas de responsabilidad social donde le explicamos a la gente cómo alimentarse y porqué es buena la actividad física.
¿Qué porcentaje de los ingresos de tu empresa viene de gaseosas y cuánto de jugos, aguas?
El 75% viene de las gaseosas; 15%, de agua; 4%, de jugos, y lo demás, de nuestros otros productos. El ritmo de crecimiento de agua y bebidas no carbonatadas es de dos dígitos, mientras que el de las gaseosas es de un dígito. Esto indica que, en algunos años, el mix de nuestro portafolio será más balanceado: un 50-50, sin duda.
Ustedes quieren vender ‘alimentos líquidos’.
Así es. Esto significa un desafío porque exige que tengamos productos con más contenido alimenticio. Coca-Cola tiene productos lácteos, frutados, multivitamínicos… el portafolio está allí, solo hay que esperar el momento adecuado para lanzarlo. Nosotros estaremos cómodos mientras se consuman nuestros productos (ríe).
¿La Corporación Lindley quiere ser reconocida como una marca distinta de Coca-Cola?
Para nada. Es verdad que nuestro apellido está más vinculado a la Inca Kola, pero ahora manejamos ambos frentes –Coca e Inca– con igual cariño. Pero también queremos que se asocie a Lindley con inversiones industriales de altísimo nivel, cuidado del medio ambiente, promoción de una vida saludable, frentes que no hemos promocionado con la intensidad que debimos.
¿Lindley puede invertir en negocios ajenos a Coca-Cola?
No. No vemos esto como una limitación porque tenemos un amplio techo por crecer. Acabamos de inaugurar la planta de Trujillo, y la de Pucusana está en proceso. Estamos trabajando nuestra relación con la comunidad pues queremos ser unos buenos vecinos, apreciados por la gente.
¿No quieren invertir fuera?
Las oportunidades que nos da hoy el Perú son inigualables. Vivimos en un sitio privilegiado, y lo nuestro es invertir aquí. Además, tenemos una franquicia soñada, con techos de crecimiento muy altos, porque el consumo per cápita de nuestros productos aún es bajo. Por eso, hasta el 2015, de los US$400 millones previstos pasaremos a invertir US$700 millones.
AUTOFICHA
- Desde 2005, en volumen de producción hemos crecido 86%; en ingresos, 160%; en participación en el mercado; 13%. El último crecimos 8% en volumen; 20% en rentabilidad.
- Aunque cada día hay más supermercados, todavía el 80% de nuestros productos se siguen vendiendo en bodegas y mercados de abasto.
- Si bien nuestro mercado es el Perú, debemos ser tan competitivos como cualquier multinacional en cuanto a atraer, retener, desarrollar y motivar nuevos talentos.
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