MONTEVIDEO.- Uruguay quiere que su memoria muera, que sus recuerdos se entierren. Que nadie le hable de los empates con Venezuela y Ecuador en casa. Que nadie le diga que los puntos fijos que cayeron del bolsillo hoy son el dinero que faltó para comprar un boleto directo a Brasil 2014. La celeste venció 3-2 a Argentina, pero en Santiago no hubo milagro. Jordania espera.
Y como “no hay uruguayo cobarde”, el Centenario empujó a los valientes que fueron por la proeza: golear y esperar. Ya a los 6’ el marcador les favorecía gracias a un zurdazo cruzado del ‘Cebolla’ Rodríguez, el mejor jugador del campo.
La ‘avalancha’ uruguaya estaba compuesta por las proyecciones de Maxi Pereira, el toque del ‘Cebolla’, la potencia de Cavani y las faltas que podía inventar Suárez. Argentina se plantó con cuatro centrales en defensa, aunque Federico Fernández volvió a flaquear.
Sin embargo, si la zaga albiceleste titubeaba, su ataque era letal. A los 14’ Palacio no fue frenado por Lugano y su pase lo tomó ‘Maxi’ Rodríguez para empatar de derecha. Uruguay volvió a empezar de cero y se benefició con un penal inexistente de Domínguez sobre Suárez. El mismo ‘Pistolero’ dio la momentánea ventaja.
Momentánea porque otra vez el ‘Maxi’ apareció como revulsivo para ‘dibujar’ a Jorge Fusile antes de meter el zurdazo que dejó parado a Muslera. Empate que congeló la esperanza de lo imposible.
MILAGROS INEXISTENTES
Gol de Edinson Cavani a los 49’. Gol que volvió a encender las ilusiones. Muy buena definición del ‘Matador’ a pase de Suárez y luego una sucesión de chances para el cuarto.
A los 65’ disparó Maxi Pereira y sacó Romero. Y a los 67’ fue el poste quien devolvió el zapatazo del ‘Cebolla’. Uruguay consumió el tiempo que le quedó en cancha rival. No bastó. No alcanzó. Jordania espera. Y no vale ser cobarde.
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