Las mujeres del César

Fritz Du Bois,La opinión del director
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Más aun, con el recorrido político que tiene Toledo, debería de ser plenamente consciente del hecho de que si una figura pública sale abiertamente a explicar un cuestionamiento tiene que hacerlo de una manera muy detallada para que sea convincente y el asunto quede zanjado. Porque, de lo contrario, lo único que lograría sería levantar más suspicacias, lo cual ha ocurrido en este caso.

Incluso, en la minuta de compra original no se había consignado el medio de pago, lo cual hoy en día es una omisión poco frecuente en cualquier transacción, incluso más en una que involucra un monto tan abultado. No olvidemos que debido al narcotráfico, el lavado de activos en el Perú es un problema endémico que tiene que ser rigurosamente fiscalizado. Sorprende por tanto que los asesores del expresidente no hayan tenido más cuidado.

Por otro lado, es innegable que si alguien aspira al poder político debe de estar preparado –junto a sus familiares más cercanos– para el escrutinio que viene con el cargo. Igual ocurrió con la educación de los hijos de Fujimori o viene ocurriendo con las empresas que maneja Alexis Humala. Por lo que si el pariente de un ex jefe de Estado llama la atención por sus negocios o por sus gastos, es correcto y adecuado que sea investigado. De esa manera no quedan dudas flotando en el ambiente, lo que a los políticos les hace mucho daño.

Al final de cuentas, lo que más le conviene a Toledo es que el tema sea aclarado; lo último que él quisiera sería arrastrar hasta el próximo proceso electoral las sospechas que pesan en la actualidad sobre la mansión de la mamá de Eliane.