Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Maravillosa expresión del presidente de una nación que bloquea cualquier acción contra algunos de sus socios que usan armas químicas, que tienen arsenal nuclear jamás declarado, que se apropian de territorios que no le corresponden, que decapitan a sus súbditos, que no permiten los partidos políticos, que ni siquiera imaginan qué es la libertad de expresión, etc. y que ahora teme que su país y la ‘comunidad internacional’ pierdan credibilidad porque no interviene en Siria, a quien se acusa, sin pruebas hasta el presente, de usar armas químicas. Obama debe llorar de vergüenza cada vez que se mira al espejo y se recuerda admirador de Luther King y de Mandela, o se deber reír a carcajadas de su espectacular actuación que hizo creer a los incautos, hace algunos años, que el color de la piel era un seguro contra la injusticia.
Si la comunidad internacional es la opinión común de tipos como Obama, Hollande, McCain, Kerry y los periodistas que se alinean con ellos en EE.UU., Francia y cualquier parte del mundo, incluido el Perú, debo decir que se trata de una opinión que por miserable, irreverente hacia el sentido común y contraria a los intereses de la humanidad, merece repudio unánime. Debemos recordar que cualquier acción contra una nación, si respetamos el derecho internacional, debe ser aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU. El no hacerlo, para Obama y los suyos, parece que no altera en lo absoluto la credibilidad de los países que violan ese principio.
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