Eduardo Ferreyros,Al.Mercado
eferreyros@peru21.com
Mujer con ideas claras, gobernó sin temer a las encuestas y sin detenerse a encontrar consensos absolutos para tomar decisiones urgentes. La Dama de Hierro no se distraía de lo importante y avanzaba sin titubear en su trabajo de realizar reformas, muchas no populares, donde enfrentó la presión de sindicatos y feroces rivales políticos. Flexibilizó la legislación laboral, privatizó empresas públicas y desreguló la economía y se opuso a ser parte del Euro. Hoy la historia le da la razón. Mujer firme, con un liderazgo impresionante y de total solvencia y seguridad en su trabajo, no se paralizó ante opositores. “Si mis críticos me vieran caminando sobre las aguas, dirían que es porque no puedo nadar”, afirmaba.
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