No se trata de una cosa que puedas hacer de la noche a la mañana. Es todo un proceso que suele tomar días o meses y hasta, incluso, algunos años. Para esto necesitas mucha fuerza de voluntad y una gran actitud.
OCUPA TU MENTE
Busca a los verdaderos amigos o a tu familia más cercana. Ellos sabrán comprender tu trance y te ayudarán a salir del mismo. También puedes poner toda tu atención en el trabajo, aunque no hagas de este último el centro de tu vida porque podrías estar cambiando un problema por otro.
ADIÓS A LOS RECUERDOS
Saca de tu vista todas las cosas que te hagan recordarlo (o recordarla). Ojo: tampoco se trata de quemar todos los regalos, fotos y cartas (aunque si sabes que esto te hará bien, podría ser una opción). Intenta no contactarlo (o contactarla) hasta que la herida se cierre.
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