Adriana Quevedo,Actriz
Autor: Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Debutó en la tele como extra en Mil oficios. Participó en el Miss Perú 2001, donde fue elegida ‘El rostro más bello’. Han pasado 11 años y hoy, Adriana Quevedo anuncia su debut cinematográfico. Participa en El buen Pedro, la cinta que dirige Sandro Ventura y donde hace el papel de una prostituta. Y, para demostrar su ductilidad, es una bruja maligna en Piel de asno, la obra infantil que se acaba de estrenar en el Teatro de Lucía (S y D, 4 p.m., en Bellavista 512, Miraflores).
Llevas muchos años en la farándula…
Empecé a los 15 años de extra, extra, recontra extra en Mil oficios. No tenía nombre: era la ‘Chica 1’, la ‘Chica 2’, y, por allí, decía alguna frase. Pero mi primer personaje lo tuve en Demasiada belleza, una telenovela. ¿Bella yo? Gracias. Y cuando los años lleguen no tendría problema en ponerme bótox, pero lo haría con conciencia. Mucha gente tiene la obsesión por verse joven otra vez, y no se da cuenta de que eso no volverá a pasar.
¿Eres coqueta?
En el colegio era de las chicas que se subían la falda (risas). Y eso que era rellenita. Siempre he sido una obsesiva en el tema de verme bien.
¿Te tomas tu tiempo antes de iniciar una relación?
Claro. Soy una persona de relaciones largas. He salido con varias personas, pero relaciones formales solo he tenido tres. La primera es la única de la que te puedo hablar (ríe). Duró 12 años. Y no acabó en matrimonio porque no funcionamos. La gente debe convivir antes de casarse y, cuando mi ex y yo lo hicimos, nos dimos cuenta de que éramos muy diferentes. Es más, nos demoramos en tomar la decisión de separarnos. Y no quiero hablar de mis otras relaciones porque están muy cercanas (ríe).
¿Has salido con chicos feos?
Sí. Tengo un prototipo de hombre, pero a la hora de elegir prima que sea divertido, que me escuche, que sepa ‘leerme’… algo difícil, porque hombres y mujeres somos distintos. No me atrae la gente de extremos. Prefiero a la gente equilibrada.
Ok, eso en teoría pero yo creo que te metes con locones…
Es verdad, he salido con uno que otro locón (ríe). Pero para otros el locón debo ser yo. Pero he sido bastante normalita. Lo más atrevido que hice fue convivir con mi primer enamorado. Y no soy de affaires.
¿Cómo te sentiste en el mundo de los concursos de belleza?
Fue una linda experiencia. Tenía muy claro que entraba a aprender: a tratar a la prensa, a posar, a maquillarme, a conocer mis ángulos. Hay mucho prejuicio sobre los concursos: conozco chicas que participaron conmigo y hoy son profesionales, con maestrías, pero hay de todo.
Has conducido programas de TV…
Me encanta ser yo misma en pantalla, poder explayarme sin tener ningún parámetro. Por ejemplo, no me cuesta salir en ropa de baño. Obviamente, tengo mis límites.
En El buen Pedro ¿sales desnuda?
Hay escenas muy sugerentes, pero no me sentiría bien estando totalmente desnuda: hay mucha gente al filmar. Cuando se actúa hay que estar lo más cómodo posible, así el personaje fluirá; se sentirá natural, real. La cinta es un thriller donde hay un asesino en serie que mata prostitutas. Yo soy una de ellas.
¿Hiciste trabajo de campo, conversaste con prostitutas?
No, lo que sí hice fue ver películas. ¿Porno? No, sobre prostitutas. ¿Si he visto películas porno? Este (ríe)… lo que tuve que ver fue El luchador, una película que me recomendó el director (risas).
Y de prostituta pasas a un personaje infantil en _Piel de asno_…
Soy una duquesa mala. ¡Hacer de mala es tan rico! Me divierto tanto, puedo jugar más, portarme mal (ríe).
Tienes 32 años. ¿Tus tías solteronas no te han dicho que ya debes casarte?
(Ríe). Mi papá me dijo la otra vez: “Cuando eras chica tenía miedo de que quedaras embarazada. Fuiste creciendo y me dije ‘ojalá encuentre al hombre de su vida… ¡pero primero se tiene que casar!’. Luego me dije ‘ojalá encuentre a la persona de su vida, y si no se casa, no importa, que convivan’. Ahora no me importa con quién estés, pero dame un nieto”.
AUTOFICHA
- Mi segundo nombre es Beatriz. Algunos me llaman ‘Bea’. Es un nombre que me suena a señora, felizmente tengo el ‘Adriana’ delante.
- En el colegio era de las que se subían la falda y eso que era rellenita. Siempre he sido una obsesiva en el tema de verme bien.
- Me encanta ser yo misma en pantalla, poder hablar y explayarme sin tener parámetros. No me cuesta salir en ropa de baño.
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