Juan José Garrido,La opinión del director
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Luego de analizar las imágenes, los documentos y los descargos de los involucrados, no queda duda alguna de que el caso es algo más que un simple error de subordinados brindando protección policial a direcciones equivocadas. No nos traten de ingenuos.
A Óscar López Meneses, cercano colaborador de Vladimiro Montesinos, se le ha brindado resguardo policial desde al menos mayo del 2012, cuando aún se encontraba bajo proceso judicial. Y desde agosto del presente año el resguardo se amplía a la casa de su padre, Óscar López Zapata. Ambas solicitudes se sustentan en el supuesto resguardo a dos personas: el jefe del Comando Conjunto, vicealmirante José Cueto, y nada menos que el presidente Ollanta Humala.
Ayer hemos atestiguado cómo ambas autoridades deslindan con el caso. Queremos creer que es así. La pregunta, entonces, cae de madura: ¿quién solicitó el resguardo a Óscar López Meneses y a su padre, y por qué?
Para dar respuesta a ello, los voceros del nacionalismo (y de la policía) han brindado una serie de hipótesis. Dicen que buscan embarrar la figura presidencial, que la policía resguardaba a otras personas, que el periodismo fue ‘sembrado’, entre otras vaguedades. Nada de ello, sin embargo, responde a la pregunta.
¿Se resguardó a Óscar López Meneses y su padre? ¡Sin duda alguna! Están los videos donde los oficiales confirman el mandato, la orden que solicita el resguardo y sendos documentos que atestiguan la conformidad de la orden, así como el video de Óscar López Zapata llevando el “rancho” a los oficiales.
El gobierno está perdiendo las horas más preciadas para explicar qué ha sucedido. Ayer recomendábamos no minimizar este tema porque de lo contrario estarían confirmado que algo pasó. Esperamos respuestas, no berrinches y agravantes.
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