Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Su atuendo y apariencia, que parecían programados por un genial asesor de imagen, no altiplánico sino neoyorquino, han hecho las delicias de la prensa y elevado el entusiasmo de la izquierda boba a extremos orgásmicos. Pronostico que el peinado estilo ‘fraile campanero’ del nuevo mandatario boliviano, sus chompas rayadas con todos los colores del arcoiris, las casacas de cuero raídas, los vaqueros arrugados y los zapatones de minero se convertirán pronto en el nuevo signo de distinción de la progresía occidental”. Tal moda no se impuso y el pronóstico bobo del Nobel se suma a otros más serios que tampoco se cumplieron. Basta mirar a Europa para confirmarlo. Agregó MVLL que “gracias a personajes como Chávez, Evo y la familia Humala en Perú, el racismo cobra protagonismo y respetabilidad”. Temía entonces don Mario que Ollanta (a quien ha calificado hoy como “el mejor presidente”) convirtiese a Perú “en un país donde solo los ‘cobrizos andinos’ gozarían de la nacionalidad; el resto serían ‘ciudadanos’ con algunos derechos”. Más allá de sus virajes, ¿es posible que MVLL ignore la influencia definitoria de los poderes fácticos (prensa, banca, empresa, etc.) y los límites que estos poderes imponen a los cambios, como hemos visto? En cuanto a Evo, siete años después tiene 60% de aprobación, el sistema jubilatorio más completo del área, reservas internacionales como nunca antes y un proyecto de país. Este año recibirá U$5,000 millones de beneficios por los hidrocarburos y no los 300 que recibía cuando llegó al poder. Pero, Mario, no se puede beneficiar al pueblo y a sus amigos de las corporaciones, sorry.
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