PARÍS (AFP).– El descubrimiento de carne de caballo en lasañas supuestamente elaboradas con carne de vacuno tomó una dimensión de escándalo en el Reino Unido, donde incluso el Scotland Yard ha ordenado que se investigue el caso.
La empresa en cuestión es el grupo sueco Findus, cuya filial francesa distribuye los productos a los demás países de la Unión Europea. Sin embargo, la compañía se defiende y sostiene que la carne proviene de Rumanía.
“Fuimos engañados”, declaró France Matthieu Lambeaux, director general de Findus, en un comunicado. “Hay dos víctimas en este caso: Findus y el consumidor. Presentaremos una demanda”, añadió.
Por su parte, Spanghero, el importador de carne establecido en el suroeste de Francia, también anunció que demandará a su proveedor rumano.
En tanto, en Londres, la filial de Findus señaló que este fraude de la carne de caballo podría datar “del mes de agosto de 2012”. En el Reino Unido, las autoridades ordenaron retirar estos productos y han dispuesto una investigación.
RUMANIA SE DEFIENDE
En tanto, la asociación Romalimenta, que agrupa a los empresarios rumanos de la alimentación, sostuvo que el importador francés sabía que no era vaca, ya que “el caballo tiene un sabor, color y texturas particulares”.
En Francia, la Dirección de la Lucha contra el Fraude informó que también ha abierto una investigación para identificar el origen del “engaño”.
DATOS
- El escándalo saltó inicialmente en el Reino Unido –donde el consumo de carne de caballo está mal visto–, pero se extendió a diversos países europeos.
- El fabricante británico de alimentos Findus UK informó que algunas de sus lasañas de ternera contenían carne de caballo.
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