Juan José Garrido,La opinión del director
director@peru21.com
Desde aquella portada donde alertamos sobre la cercanía del fiscal Ramos Heredia con la primera dama, relación que por cierto el magistrado negó repetidas veces, hasta la reciente portada en la que denunciamos la secreta reunión del actual fiscal de la Nación con investigados por el caso ‘La Centralita’, Perú21 se ha mantenido firme en su convicción de señalar todo hecho irregular.
Y si bien es cierto que no tuvimos suerte de conseguir respuesta por parte del Dr. Ramos Heredia en anteriores oportunidades, lo importante es que hoy podrán leer –en nuestra entrevista central– un intercambio abierto entre el periódico y la autoridad cuestionada. Saludamos, por ello, la apertura del magistrado para recibirnos y responder nuestros cuestionamientos; como siempre, serán ustedes quienes procesen la información, y las autoridades, las encargadas de determinar si existen motivos para examinar el comportamiento del susodicho.
Dicho esto, nos cuesta trabajo entender las razones por las cuales distintas autoridades se niegan a responder a los medios de información independientes cuando de investigaciones o interrogantes se trata. Los casos del actual premier René Cornejo y del ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, son los más llamativos. Habiéndoseles solicitado innumerables veces una entrevista, nos ha sido imposible conseguir la versión de parte. Y mientras a Perú21 se le negaba una y otra vez la oportunidad de cruzar nuestros datos e investigaciones, observábamos a los ministros paseando por cuanto medio tuviese unos minutos para escucharlos. En fin, imaginamos que cada quien actúa bajo las creencias y reglas morales que profesa.
Entendemos que la prensa suele a veces ser molesta, incluso impertinente. Ello no debería significar, en todo caso, que un servidor público opte por evadir los cuestionamientos que presentamos legítimamente los medios, menos aún cuando esas preguntas están relacionadas al despilfarro de miles de millones de dólares, y sin que los procesos transiten bajo los estándares mínimos de transparencia.
Ojalá algún día la justicia logre responder lo que estas personas han decidido, por ahora, callar.
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