Pablo Secada,Al.Mercado
psecada@ipe.org.pe
En el “debate” sobre La Pampilla nadie pudo justificar la intervención estatal en refinación de petróleo. El mal de muchos fue el mejor “argumento”. En realidad no es nada más que una decisión politiquera. Una que tiene un costo de oportunidad inmensamente inmoral. Petroperú debió reformarse hace tiempo si íbamos a seguir con la historia de terror. Ni siquiera hay un plan serio de reforma. Un ejemplo: debería listarse en la bolsa de Nueva York y no en la Bolsa de Valores de Lima (cuyo gobierno corporativo deja mucho que desear). Los hijos de dos exfuncionarios reconocidos como corruptos por los participantes de la industria trabajan ahí. Se hereda la criollada. No les daría ni US$2.7 hasta que cambien de verdad.
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