Eduardo Ferreyros,Al.Mercado
eferreyros@peru21.com
Con una presión tributaria de 36% del PBI, los brasileros sienten que están pagando impuestos de país desarrollado, pero recibiendo servicios de nación pobre. Por ello salen a las calles a exigir una mejor calidad de vida. Brasil debería ser un actor principal de la economía mundial, y líder en la región. Tiene todo para serlo, menos una clase política que tome decisiones correctas. Entre medidas populistas para las mayorías necesitadas y ayudas proteccionistas para los ricos, Brasil no logra contentar a sus ciudadanos, que exigen libertades económicas y mejores servicios. Abrir su mercado al comercio y la inversión, desregular la economía y desburocratizar su gestión, lo llevaría al liderazgo mundial que merece.
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