05.MAY Domingo, 2024
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Opinión

En Río de Janeiro un grupo de expertos y hacedores de política se reunió hace unos días para discutir cómo lograr que los gobiernos incorporen en sus políticas sociales programas que permitan a los más pobres generarse nuevos medios de vida e iniciar una senda de superación de la pobreza. La sorpresa de la reunión fue que los dos países con más avances eran Perú y Colombia.

Carolina Trivelli,Sumas y Restas
Economista

Colombia ha iniciado un piloto de “Produciendo por mi Futuro” en dos municipalidades y en base a sus resultados se expandirá como parte de las acciones del Departamento para la Prosperidad Social. En Perú, hay más avances. Haku Wiñay, de Foncodes, que en quechua significa ‘vamos creciendo o creciendo juntos’, tuvo un piloto en dos distritos de Ayacucho el 2012, se expandió a unos pocos distritos más ese año. El 2013 cerrará con cerca de 70 distritos y más de 20 mil hogares atendidos. Haku Wiñay para el 2014 es un programa presupuestal por resultados y en 2016 llegará a más de 150 mil familias pobres y pobres extremas, 60% de las cuales serán familias que reciben Juntos.

Haku Wiñay trabaja durante 3 años con familias pobres para que mejoren el uso de sus recursos (riego por aspersión, huerto), para que su vivienda sea saludable y tengan más oportunidades de lograr seguridad alimentaria y generarse ingresos, con crianza de animales menores, desarrollo de emprendimientos e inclusión financiera. Haku Wiñay resume lo aprendido en los últimos 20 años en proyectos de desarrollo rural de ONG, sector privado y público. Ha seleccionado lo que mejor funciona para que las familias más pobres salgan adelante. Una buena práctica sin duda, no inventar el agua tibia sino mirar la experiencia y aprender para luego llevarlo a escala.

Además Haku Wiñay se articula con Juntos y abre nuevos horizontes a las familias que hoy están invirtiendo para que sus hijos sean mejores y tengan más oportunidades. La articulación entre intervenciones públicas no solo es deseable, sino posible. Las familias participantes no saldrán de pobres de inmediato pero desarrollarán habilidades para hacerlo poco a poco, y lo harán más rápido si cuentan con otros servicios, con más y mejor infraestructura, con más conectividad. La agenda para lograr políticas efectivas pasa por generar instrumentos que permitan que varias intervenciones del Estado (y del sector privado) sumen en un mismo territorio, que den más opciones a las mismas familias, que protejan y promuevan, y que trabajen para lograr esquemas de inclusión que traigan más crecimiento.


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