Los conductores de las diversas empresas de transporte interprovincial son víctimas de la inseguridad ciudadana en el Norte Chico. Ellos denunciaron ayer que, constantemente, sus unidades son atacadas a pedradas por delincuentes que intentan obligarlos a detenerse en la carretera, a la altura de Supe.
Solo la madrugada de ayer, siete buses de las empresas Ittsa, Cromotex, América y Oropeza quedaron con los parabrisas destrozados.
“En menos de un mes, el vehículo que manejo ha sido atacado cuatro veces. Los hampones salen de los cañaverales y lanzan pesadas piedras para obligarnos a detenernos”, manifestó Henry Uriarte Pérez, chofer del bus de Cromotex de placa V2V-954.
Dijo que no hay presencia policial en el tramo de la carretera Supe-Huacho y, por eso, los maleantes se aprovechan.
Señaló que en esa zona se han producido, en los últimos meses, diversos asaltos a mano armada.
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