Anna Karina Copello,Cantante
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Anna Karina Copello está nominada a Mejor Artista Latinoamérica Central en los premios MTV Europa. Si desea apoyarla vote por ella en la.mtvema.com/votar
Suenas en Europa…
Sí, con MTV tengo una relación muy bonita, de varios años; desde mis discos anteriores he sido bastante persistente –hubo dos videos míos que se negaron a trasmitir– y, por eso, de mi último disco, que es bastante pop, circularon dos temas en su señal… y les fue bastante bien, al punto que Cielo sin luz estuvo más de diez semanas en el primer lugar del ranking de MTV.
¿En Europa eres vista como un tanto exótica?
Mi música es bastante pop, no toca las raíces peruanas. Siento que es universal, neutral, que puede llegar a varios países. En el disco que preparo, del que he lanzado el single Me voy contigo, sí me sumerjo en los ritmos latinos. A mi nuevo productor le dije: “Quiero rescatar mi credibilidad, mis raíces; que siendo distinta, siga sonando a Anna Karina”.
¿Cuántos intereses artísticos y cuántos intereses comerciales guían tu carrera?
Lo que más me llena es hacer música. Vivir de la música es un reto bastante difícil, por eso, en un momento me dije que eso no era posible y decidí irme por un rumbo donde económicamente me podría ir mejor: trabajé en un banco, me dediqué al diseño gráfico… pero me di cuenta de que la música es el mejor vehículo para expresar mis emociones, para sentirme feliz y llenarme el alma. Entonces, me dije: “Si puedo rentabilizar mi pasión, excelente”, pero lo mío es más una cuestión de feeling, de ‘bobo’. Hoy me dedico 100% a la música.
Tu esposo es tu mánager…
Sí, me ha apoyado un montón: renunció a su chamba para dedicarse a lo mío, la gente lo creía loco : no tenía experiencia en el medio artístico, pero sí manejando productos, pues es marketero. Él es frío; yo, pasional, por eso nos complementamos muy bien… y hoy vivimos de la música, ¡sí se puede! (risas).
¿Y cómo hacen?
Bueno, no se puede vivir de la venta de discos –a pesar de que Me voy contigo ha tenido una acogida espectacular en i-Tunes–, entonces, hay que hacer un trabajo de promoción, que te exige estar en todos lados. Eso sí, debo reconocer que la empresa peruana ha empezado a apoyar más al talento peruano y me contratan para eventos, para conciertos privados.
¿Todo lo que recibes es un premio a la constancia?
Debería ponerme un tatuaje en la frente con la palabra “tenaz” (ríe). ¿Adicta al trabajo? ¿Adicta a algo? ¿Lo puedo decir? (Risas). A las redes sociales. En el Twitter tengo más de 150 mil seguidores; en el Facebook, más de 300 mil… y sola manejo mis cuentas.
¿En serio? ¿Y en qué momento haces música?
Todo tiene su momento: la creación, el ensayo, la grabación, la promoción. Yo puedo desaparecerme pues, para crear, solo me basta mi guitarra.
¿Qué tan autocrítica eres?
Demasiado; me doy con palo, soy mi peor enemiga. Por eso, dejo que me ayuden a ordenar y seleccionar mis temas.
¿Qué tanto persigues el hit?
No hay mejor publicidad que una buena canción. Y, créeme, tengo instinto para elegir mis temas.
¿Qué tan buena compositora te sientes?
Puedo mejorar muchísimo. Ahora que estuve trabajando con Andrés Castro, mi productor colombiano, me di cuenta de que me faltan muchas cosas por aprender. Además, nunca estudié música, soy totalmente autodidacta. Me encantaría tomar clases de piano, de guitarra, porque crecería aún más; es algo pendiente en mi vida.
¿Eres consciente de que tu belleza le aporta mucho a tu carrera?
Sí. La imagen ayuda, pero lo más importante es hacer una propuesta musical creíble. Tú puedes mostrar algo lindo, pero si la gente no se la cree, no funciona, por eso, antes que mi belleza, yo trabajo mi credibilidad, mi honestidad como artista.
¿Te ayuda desarrollar tu carrera desde el Perú?
A veces me frustro. Los medios me apoyan, pero las radios podrían apoyar muchísimo más: la semana pasada salí fuera de Lima y, en una hora, escuché tres veces una canción de Miley Cyrus; digo, si la pasan dos veces y el tercer espacio se lo dan a un artista peruano, ¿no sería mejor? Canciones mías suenan en las radios ecuatorianas sin que yo haya hecho ninguna promoción, pero acá no las pasan. A veces siento que lucho contra la corriente, pero esto me da más fuerza, más ganas de salir adelante… y por eso sé que ya llegaremos a las radios.
Te he visto cantar, celular en mano, con Julio Andrade en un video espantoso…
Ay, no, no, no (ríe). El video pudo ser mucho más logrado. Era una canción ambientalista hecha para apoyar una buna causa, pero, sí, pues, el video no se conceptualizó muy bien. La próxima vez estaré más atenta. A Julio lo quiero mucho, no voy a hablar mal de él (ríe).
AUTOFICHA
- Mi nueva propuesta, que es latin pop, se presta mucho para entrar a fiestas, a discotecas. Un amigo, que es DJ, le acaba de hacer un remix a mi nuevo single.
- Estoy casada, mi esposo es mi mánager. Tengo una hija de diez años, mi sueño es tener otro, lloro por uno más. Lo quiero tener el próximo año.
- Hay más cantautoras en el mercado: Pamela Rodríguez, por ejemplo. Pero esto me alegra, pues ayuda a que la industria musical crezca y tengamos más chamba.
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