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Opinión

La ciudad está a casi dos meses de decidir si su alcaldesa, Susana Villarán, permanece o no en el cargo. Pero no hay que perder de vista que el propósito de la revocatoria es traerse abajo no solo a la alcaldesa y a los regidores de Fuerza Social (21), sino también a todos los otros, incluidos los del Partido Popular Cristiano (14), segunda fuerza en la estrechísima votación municipal metropolitana del año 2010.

Santiago Pedraglio,Opina.21
spedraglio@peru21.com

La ciudad está a casi dos meses de decidir si su alcaldesa, Susana Villarán, permanece o no en el cargo. Pero no hay que perder de vista que el propósito de la revocatoria es traerse abajo no solo a la alcaldesa y a los regidores de Fuerza Social (21), sino también a todos los otros, incluidos los del Partido Popular Cristiano (14), segunda fuerza en la estrechísima votación municipal metropolitana del año 2010.

Desde esta perspectiva, no cabe duda acerca del rol protagónico que el PPC debe tener en el proceso antirrevocatoria, aun habiendo en sus filas dos regidores de Solidaridad Nacional (uno de ellos, hijo del exalcalde Luis Castañeda). Esto, no solo porque pretenden revocarlos a todos, sino porque, además, representan a un importante sector del electorado limeño, hecho que se tradujo en la votación a favor de Lourdes Flores y en la elección de 14 alcaldes distritales de esta fuerza política democrática.

Más aún, la propia Lourdes Flores se ha manifestado contra la revocatoria, aun sin suspender su posición crítica a la gestión Villarán. En el mismo sentido se pronunció el fundador del PPC, Luis Bedoya Reyes, y el alcalde de La Victoria, Alberto Sánchez Aizcorbe, militante del mismo partido, apoyó la operación para reubicar el mercado mayorista de La Parada. Sin embargo, sorprende que en los comités que se están formando contra la revocatoria, incluido el que tiene carácter metropolitano, no participen integrantes del PPC. ¿Es un grave error de Fuerza Social y sus aliados cercanos? ¿Hay dudas o puntos de vista discrepantes en el PPC? ¿Será que su presidente, Raúl Castro, es aún reticente a estas coordinaciones?

En cualquier caso, el sentido común indica que, dejando de lado sentimientos de grupo, urge constituir un gran bloque político democrático contra la revocatoria. Diferencias políticas al margen, Fuerza Social y el Partido Popular Cristiano son agrupaciones políticas preocupadas por luchar contra la corrupción y que expresan proyectos democráticos.


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