Guillermo Giacosa,Opina.21
ggiacosa@peru21.com
Él formula advertencias sobre los intentos de privatizar el agua en diferentes países: 1. El agua no puede ser una mercancía. 2. La falta de agua y saneamiento mata. 3. Los impactos de no tener agua ni inodoros son devastadores, psicológica y culturalmente. 4. El mercado no funcionó.
Según Kliksberg, “cada quince segundos muere un niño en el mundo por falta de agua potable. Se necesita un mínimo de 20 litros de agua diarios por persona. Mil cien millones tienen menos de 5 litros. En los países ricos se gastan más de 200 litros diarios per cápita. El agua no puede ser tratada como una mercancía más, transable en los mercados y sujeta a las reglas del lucro. El acceso al agua es un derecho humano básico. Sin agua potable ni saneamiento, no hay ciudadanía real. Sin ellas no hay salud ni posibilidad de ejercer la ciudadanía. La OMS identificó 25 enfermedades graves generadas por su falta. Las sufren 1,100 millones de personas. Entre otras, la diarrea infantil, la hepatitis A, el cólera y el dengue. El mundo tiene todas las posibilidades materiales y tecnológicas para darles agua a todos. Es un derecho que debería estar incluido en las constituciones”.
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