LONDRES (Agencias).– El G7, que reúne a los países más industrializados, manifestó su compromiso de no manipular el tipo de cambio y dejar que el mercado lo determine.
El bloque quiere calmar los temores de una supuesta guerra de divisas que surgieron por la devaluación del yen.
Los miembros de este grupo –Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón, Canadá e Italia– declararon que las políticas internas de los países no deben apuntar a devaluar sus monedas, pues ello perjudicaría la economía.
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