La historia transcurre en 1983, en Hawkins, un pequeño pueblo de Indiana, y se adentra en la misteriosa desaparición de Will, un chico de 12 años y en los extraños acontecimientos subsecuentes.
La serie se divide en ocho episodios filmados en Atlanta, Georgia. “Sentimos mucha nostalgia por esa época y queríamos hacer algo que recordara el estilo de los clásicos de nuestra infancia: Spielberg, John Carpenter, las novelas de Stephen King… Para nosotros, lo que hace que estas historias sean grandiosas y duraderas es que exploran el lugar mágico donde se une lo ordinario con lo extraordinario.
Crecimos, como cualquier típico niño de los suburbios de Carolina del Norte, jugando ‘Calabozos y dragones’ con nuestros amigos nerds, pero, cuando veíamos esas películas y leíamos esos libros, nos transportábamos a otro mundo. Un mundo de aventuras, de tesoros escondidos, de desapariciones fantásticas. Con Stranger Things, queremos recuperar esa sensación, tanto para las personas que crecieron viendo esas películas como para las nuevas generaciones”, dijo Matt Duffer, uno de los creadores de la serie.
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