Dueña de una prolífera carrera a sus espaldas con más de 40 películas, además de un Oscar y un Globo de Oro entre sus numerosos reconocimientos, la actriz Sandra Bullock por fin inmortalizó sus manos en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Sandra llegó radiante al famoso Teatro Chino de Grauman enfundada en un vestido púrpura y amarillo hasta la rodilla y unos impresionantes ‘stilettos’ color violeta que no dudó en meter en el cemento para inmortalizar sus pies.
A su lado se encontraba su hijo Louis de tres años y medio que iba muy gracioso con un traje de chaqueta gris, corbata negra y Converse All Star a juego.
El próximo mes de octubre estrena su última película, Gravity, un drama de ciencia ficción que protagoniza junto a George Clooney y por cuya interpretación podría ganar su segundo Oscar.
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