Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Love & Rock es la línea de bikinis que ha creado Leslie Shaw y que esta noche presenta en la discoteca Ophera, de Lima Plaza Norte. En esta charla se destapa.
Tienes un programa en Studio 92. Se llama Santa pecadora. ¿Cuánto de santa y cuánto de pecadora tienes?
Mitad y mitad (ríe). Cuando me enteré del nombre, sentí que me caía a pelo (risas).
¿Qué tienes de santa?
De santa tengo que soy ingenua, confiada, enamoradiza, cursi, espontánea, pero también soy relajada, un poco flojita, soñadora… no en vano soy artista.
¿Qué tienes de pecadora?
(Ríe). Tengo 23 años y me gusta salir, divertirme, hablar de temas íntimos con mis amigas y, claro, matarme de risa.
Pero tus pecados han sido públicos y con chicos…
(Ríe). Sí, pero nunca he escondido nada, siempre he sido transparente, y si he cometido errores los he admitido.
¿Mientras más parejas tienes, más te conoces?
Yo sé quién soy, sé lo que valgo, y de cada una de mis parejas he rescatado lo más bonito. No soy rencorosa.
¿Qué tal alumna fuiste en el colegio?
Pésima, era muy distraída. Sin embargo, en primaria era recontra estudiosa y recontra nerd: tocaba el violín y, si no me sacaba 20, me ponía a llorar. Pero en secundaria me entró la locura y me volví rebelde, no sé por qué.
¿Tu rebeldía coincidió con el hecho de tener tu primer enamorado?
Sí, tenía 14 años. El amor me malogró (risas). Quizás fue el cambio de colegio, el cambio de entorno…
¿Cómo te mueves en el mundo de la farándula?
Hoy soy bien cautelosa con mis amistades. Solo tengo dos amigas en el mundo del modelaje y dos amigas del colegio… Y, bueno, mi mamá, quien es mi mejor amiga y le cuento todo, todo, todo.
¿Y qué te dice?
A veces se espanta, a veces se ríe.
¿Qué tan confiable eres?
Superconfiable. No me gusta andar en chismes ni hablar mal de nadie; no soy cizañosa y, como soy distraída, cuando me cuentan algo lo olvido.
¿Qué piensas del mundo del modelaje?
En el Perú tenemos una mixtura muy grande, hay para todos los gustos: hay las potonas con cinturita, las flaquitas de alta costura, las chatitas pero ricotonas como yo. Yo tengo mis fans, quienes me escriben un montón de mañoserías en el Facebook (ríe).
¿Y te gusta esto?
Me causa bastante gracia. El limeño es así, te lo dicen todo por Internet, pero no se atreven a decirte todo lo que escriben cara a cara.
¿Te has sentido acosada?
No. Yo me divierto, me gusta que me manden piropos y me digan cosas. Soy coqueta, pues, muy coqueta.
Has bajado de peso…
El amor, pues, el amor (risas). La verdad, no lo sé, sigo comiendo igual. Quizás sea porque estoy relajada y ordenada, me levanto y me acuesto temprano…
No me digas que ya no te juergueas como antes…
Ya no. Con mi novio salimos una vez al mes y la fiesta es en casa (ríe). Además, él es supersano.
¿Crees en el matrimonio?
Sí, en el matrimonio para siempre. Soy una romántica, muy enamoradiza y superllorona. Hace dos días lloré por amor, por una cosa tonta, pero soy muy sensible, pues.
¿Eres fiel?
Superfiel y pisada. Siempre me entrego. No soy un espíritu libre, soy medio zonza, y por eso me han hecho cachuda varias veces (ríe).
Te gustan los futbolistas…
Me gustan los chicos que se cuidan, que hacen deporte. Nunca he estado con un gordito (ríe).
¿Ha pasado por tu cabeza hacer tu carrera fuera del Perú?
Sí, pero siento que aquí aún me falta mucho por hacer. Desde chiquita soñé con actuar, cantar, bailar y vivir del arte. Quiero consolidarme como cantante e ir a otros países, pero como músico.
¿Crees que la gente te ve como cantante?
No, todavía. Como se me aparecieron muchas oportunidades, las tomé todas y, por eso, distraigo a la gente, juego con sus sentimientos, soy una angurrienta (ríe). Además, conmigo hay mucho prejuicio: que soy modelo, que soy rubia, que no canto…
Que eres tonta…
Ese es otro prejuicio. No soy una Einstein, pero tengo cosas que he conseguido por mí misma, por ser una persona pensante.
AUTOFICHA
- Tengo ocho tatuajes, pero no me haré otro, aunque quizás me haga uno más con el nombre de mi esposo. Creo en el matrimonio, soy una romántica (ríe).
- En primaria era recontra estudiosa, una nerd: tocaba el violín y, si no me sacaba 20, me ponía a llorar. En secundaria me entró la locura.
- Conmigo hay mucho prejuicio: que soy modelo, que soy rubia, que no canto, que soy tonta. No soy Einstein, pero he conseguido muchas cosas.
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